1. Por su proximidad: Bruselas es buena opción para una fuga de fin de semana. A unas 2 horas de vuelo desde La capital española o Barcelona, la ciudad más importante de Europa cautiva con su ámbito pluricultural.
¿Quién no ha amado gozar de las citas de una forma diferente? Esa es el interrogante que todos nos hacemos de año en año conforme se aproximan las datas. Bélgica es un país que tiene varias cosas únicas que prestar.
Diviértete con las animadas celebraciones y de la exquisita cocina belga. No solo es muy conocido el «Bouche de Noël», sino más bien asimismo los «Cougnolles», un pan dulce; la “chocroute” (col fermentada con salchichas y tocino); o el “Saboy”, un pastel en el que se oculta una alubia, como en el Roscón de Reyes. Está claro que va a ser una experiencia inolvidable tanto para nuestra memoria para nuestro paladar.
Espectáculo de luces de Bruselas
Lo mucho más asombroso es el espectáculo de luces en la Grand Place que abre la temporada navideña. Un abeto de 5 toneladas y 20 metros de altura es el personaje principal de este acontecimiento, adornado con 600 bolas doradas y 2 km de luces LED. De 17:00 a 22:00 puedes observar el espectáculo de luces en la plaza cada media hora. Las construcciones se alumbran con colores y quieren llevar a cabo un viaje musical cerca del planeta.
Pero la Navidad es eminentemente para los pequeños. Por este motivo, San Nicolás es la figura central de estas datas. Llega el 4 de diciembre adjuntado con «Pedro el negro» en barco desde España para conocer a los pequeños la noche del 5 de diciembre. Conque si fueron buenos, hallarán en sus viviendas los regalos que solicitaron. Eso sí, si no se han portado bien, en vez de carbón, como sucede en España, hallarán pequeñas ramitas en sus zapatos.
El 6 de diciembre es un día para pasar en familia, comiendo y horneando galletas navideñas y figuras de mazapán.
Vista del belén
Esta es una copia del belén que se trajo de Turnhout hace 30 años. Va a ser al costado del árbol de Navidad.
Grand Place Hasta el 1 de enero
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