Los pequeños con TEA miraban menos que los otros 2 conjuntos: la fijación media de la mirada era de todos modos menos de la mitad que la de los pequeños neurotípicos y con retardo en el avance. 2 visualizaciones auxiliares duplicaron la relevancia de este descubrimiento.
Una preocupación que estuvo que se encuentra en el autismo a lo largo de cierto tiempo se relaciona con la mirada y por qué razón los pequeños con TEA tienen menos contacto visual que otros pequeños. Esto aun se emplea como un síntoma de alarma temprana en el diagnóstico.
Indagaciones recientes de estudiosos del Marcus Autism Center, Children’s Healthcare of Atlanta y la Capacitad de Medicina de la Facultad de Emory están prestando asistencia a arrojar luz sobre este aspecto del trastorno.
El contacto visual es de suma importancia puesto que se considera entre las capacidades sociables primordiales para crear aprendizajes mucho más complejos en el avance de la comunicación global.
Para alentar y promover el contacto visual en los pequeños con autismo, tenemos la posibilidad de poner en práctica una secuencia de técnicas y tácticas que les asistirán a entender el concepto popular de la mirada y de esta manera emplearla con toda naturalidad en los distintos contextos de la vida diaria.
Esta investigación se apoya en estudios que detallan que los pequeños diagnosticados con autismo tienen signos, síntomas de observación relacionados con la fijación de los ojos en los primeros años de sus vidas.
Desde los un par de meses el niño comprende que la mirada es un medio y mira a la otra persona, pero los pequeños con autismo desde los 9 meses dejan de llevarlo a cabo.
Las pruebas se efectúan a pequeños desde los un par de meses pues si bien el diagnóstico certero unicamente se hace después (entre los 18 y los 24 meses), si hay signos se puede comenzar una intervención precoz con efectos muy positivos si el diagnóstico se asegura intención.
Por: Dra. José Manuel González – Oculista Pediátrico
Nuestra mirada está influida por elementos sociales y sentimentales, examina y también interpreta con el contexto y el ambiente.
¿Lo que llega a nuestras retinas es la verdad absoluta o es la interpretación que hacemos de todo el mundo cerca de nuestros sentimientos, experiencias y conmuevas? La contestación no es sencillo.
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- Como norma establecida, los pequeños con Trastorno del Fantasma Autista (TEA) tienden a eludir el contacto visual y ver hacia otro lado. Esto por norma general es porque hallan el contacto visual negativo y agotador, y tienen adversidades para sentir las señales visuales sociales como esenciales o importantes. Por estas causas tenemos la posibilidad de decir que los pequeños con TEA tienden a eludir el contacto visual por el hecho de que no comprenden el concepto popular de la mirada.
- Esta investigación se apoya en estudios que detallan que los pequeños diagnosticados con autismo tienen signos, síntomas de observación relacionados con la fijación de los ojos en los primeros años de sus vidas.
- Por: Dra. José Manuel González – Oculista Pediátrico