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¿Cómo saber si el hígado está enfermo?

  1. coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
  2. hinchazón y mal abdominal.
  3. Hinchazón en piernas y tobillos.
  4. Picazón en la piel.
  5. Orina de color obscuro.
  6. Heces de color pálido.
  7. Fatiga crónica.
  8. Náuseas o vómitos.

Normalmente asociado con el hígado y la función del hígado con la digestión. Con frecuencia se lo llama «ataque hepático» en el momento en que la comida se estropea y se asigna a que «siempre y en todo momento tuvo inconvenientes hepáticos». Pero desde el Servicio de Hepatología Clínica apuntan que esto no existe en el planeta médico real. La función primordial del hígado no es la digestión, sino más bien un órgano destinado a la síntesis.

El hígado es un órgano sintético, genera colesterol fundamental, glucógeno y proteínas. Es esencialmente una fuente fundamental para la producción de proteínas.

Confusión y desorientación

Si el hígado está crónicamente perturbado sin régimen, el tolerante tiene la posibilidad de tener fatiga crónica, debilidad muscular destacable y es imposible localizar una explicación para inconvenientes habituales como olvidos o desorientación. Este trastorno se llama encefalopatía hepática y hace referencia al deterioro de la función cerebral como producto de la incapacidad para remover las substancias tóxicas que se amontonan en la sangre y viajan al cerebro. La persona que padece de encefalopatía hepática puede enseñar cambios de accionar y/o estado anímico y, con frecuencia, exhibe confusión y desorientación.

Perder las ganas de comer de un día para otro no es buena señal. Descartados los inconvenientes de índole sensible relacionados con el agobio períodico al que se combaten la gente y las relaciones entre personas que crean un nudo en el estómago, es esencial meditar en el hígado y en una clara señal de alarma.

Proteliv

Aparte de los cambios dietéticos sugeridos, su veterinario puede sugerir la utilización de Proteliv, un asegurador hepático desarrollado particularmente para tratar anomalías de la salud hepáticas agudas o crónicas.

Asimismo puede ser de mucha ayuda en el caso de hígado graso, triaditis felina, fibrosis o cirrosis. Es un enorme aliado para contribuir a animales con prevalencia de daño hepático, tal como mascotas con anomalías de la salud metabólicas.

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