Si bien Marruecos está a solo unas horas de España, volar a Marruecos es como volar a un planeta absolutamente diferente. Su cultura exótica, sus colores, sus sabores, su especial arquitectura y su especial forma de comprender el arte lo transforman en un espacio muy particular. Dada su proximidad, no hay explicación para viajar a este paraíso. Te planteamos un paseo por diez de las ciudades mucho más preciosas.
1. Marrakech
ASILAH
Asilah es una localidad en la costa atlántica del norte de Marruecos, a unos 46 km de Tánger. Asimismo llamada Asilah, Arzila o Assilah, es mucho más famosa por sus largas playas de arena fina, por su bella medina, la mucho más limpia y vigilada de Marruecos, y por los festivales de todo el mundo que tienen sitio en verano, considerado entre los Ciudades mucho más hermosas de Marruecos.
En Asilah puedes comer en las reconocidas marisquerías, pasear por la localidad novedosa y ver inmuebles de la temporada del Protectorado como la Medersa u otros como la Iglesia Católica de San Bartolomé, o pasear por Moulay Al Hassan la avenida Ben Mehdi, el recorrido amurallado bajo el que está la primordial playa de la región, o conocer el puerto.
Ciudades marroquíes con encanto
Además de ámbas ciudades ahora mentadas, que son quizás las mucho más conocidas en el momento de conocer Marruecos, deseamos aproximarte aquellas que desde nuestro criterio podrían ser los cinco pueblos mucho más lindos de Marruecos.
Comenzamos con Ait Ben Haddou. Es una localidad fortificada en la provincia de Ouarzazate. Sus enormes tapias de barro nos sorprenderán desde la calle y van a dar la impresión de estar en un plató de cine, una sensación que no nos engañará; Y sucede que esta localidad no solo se considera Patrimonio de la Humanidad, sino asimismo fué ámbito de varias películas durante la historia. De este modo se hicieron precisos títulos como “Lawrence de Arabia”, “La joya del Nilo”, “Jesús de Nazaret” o títulos mucho más recientes como “El príncipe de Persia”, “Babel” o “El reino de los cielos” y “Gladiador”. en varias de sus situaciones grabadas aquí.
Asilah
Ubicada en la costa norte del océano Atlántico, Asilah es una ciudad con una rica historia que se convirtió en entre las mucho más concurridas por quienes procuran unas vacaciones de sol y playa. Sus viviendas están pintadas de blanco y esto indudablemente crea comparaciones con las de las islas griegas. Además de esto, a lo largo de los meses de agosto tienes la posibilidad de gozar del festival de las artes que allí se realiza cada año, que naturalmente reúne a esenciales músicos y artistas que desean probar su talento.
En el norte de Marruecos, en las montañas del Rif, este pueblo no pasa inadvertido por la cantidad considerable de viviendas pintadas de azul y blanco. Por otra parte, hay quienes llegan y desean entender de qué forma viven su historia en la ciudad más importante cannábica de Marruecos. La visión de la región es increíble desde abajo, pero asimismo desde arriba. Indudablemente, un espacio que no debe perderse a lo largo de su estancia en Tánger, puesto que está a poco mucho más de cien km.
Marrakech y la Plaza de los Milagros
Tiende a ser la localidad por la que entran varios pasajeros que llegan por vez primera a Marruecos. En la Marrakech amurallada, todas y cada una de las calles de la medina conducen a un solo sitio, la plaza Djemaa el-Fnaa, que se convierte cada minuto en entre los mayores espectáculos de todo el mundo. La vida de este rincón, alumbrada por la espléndida Mezquita Koutoubia (hermana de la Giralda de Sevilla), deja un acercamiento seguro con mondadientes, croupiers, cautivadores de víboras (y lo que no son víboras), monos de Berbería, trinqueros en la salón, reverendos, buzones, libres y un enorme gentío de turistas pasmados que niegan lo que allí sucede. Una de 2: puedes verlo todo desde la barrera del Café de France, tomar un exquisito té a la menta o sumergirte completamente en un espectáculo lleno enserio, proclamado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y que se reitera todos y cada uno de los días.