El temor no hace presión arterial alta (hipertensión) en un largo plazo. No obstante, los capítulos de ansiedad tienen la posibilidad de ocasionar picos inesperados y temporales en la presión arterial.
Existen varios causantes generalmente socios con la hipertensión, ciertos sentimentales y otros puramente médicos. Los mucho más esenciales son:
Impedir estados de tensión y nerviosismo.
Como comentamos previamente, todos tendemos a tener capítulos de nerviosismo durante nuestra vida. No es malo que alguien esté inquieto. Esto no debería estar preocupados en demasía siempre y cuando se intente ocasiones puntuales que no duren bastante; y no se repiten con mucha continuidad. Lo que muchas personas no sabe es que la intensidad de estos capítulos, en el momento en que es alta, puede poner en riesgo nuestra salud. De ahí que, es esencial cuidarnos todo el año.
Quizás no tengamos la posibilidad eludir un trabajo agotador, pero tenemos la posibilidad de cambiar nuestros hábitos diarios. En el momento en que hacemos deporte y procuramos el que mejor se amolda a nuestras situaciones o nuestros deseos, tenemos la posibilidad de contrarrestar ocasiones que nos incomodan. El inconveniente se agudiza en el momento en que no hacemos nada para calmar la tensión amontonada en nuestro cuerpo; y asimismo en nuestras cabezas.
Géneros de hipertensión
Por una parte podemos encontrar la hipertensión principal, que hace el 90% de las situaciones de hipertensión. No posee causas conocidas, pero empeora con la edad y un modo de vida poco saludable. Por otra parte, podemos encontrar hipertensión secundaria causada por distintas anomalías de la salud como: diabetes, anomalías de la salud nefríticos o inconvenientes cardiovasculares.
Los próximos causantes de peligro tienen la posibilidad de acrecentar la presión arterial:
¿El régimen de la depresión asistiría a impedir la presión arterial alta?
Según la investigación científica, podría asistir en ciertos casos. Los estudiosos de NYPH se dieron cuenta que los fármacos para la presión arterial alta conjuntados con psicoterapia y antidepresivos asistieron a impedir asaltos graves de presión arterial alta en mucho más del 60 por ciento de sus pacientes. Pero no hay mucha prueba de que tratar la depresión logre contribuir a impedir la manera mucho más sutil de presión arterial alta persistente que pone a miles de individuos bajo riesgo de patología cardiaca. En verdad, las reacciones químicas provocadas por los antidepresivos modernos tienen la posibilidad de acrecentar tenuemente la presión arterial.
Por ende, su médico debe elegir qué fármacos son los mucho más apropiados para su condición. Aún de esta manera, no cabe duda de que tratar la depresión es muy bueno para el corazón. Se conoce que la gente con depresión que están sanas tienen mucho más posibilidades de desarrollar anomalías de la salud del corazón que las que no lo están. Por servirnos de un ejemplo, una investigación de 13 años de la Facultad Johns Hopkins de 1500 personas halló que la depresión aumentaba el peligro de ataque cardiaco en mucho más de 4 ocasiones. Y un equipo de estudiosos del Centro Médico de la Facultad de Duke notificó últimamente que un programa de manejo del agobio disminuye el peligro de un tolerante cardiaco de padecer un ataque cardiaco o requerir cirugía hasta en un 74 por ciento.
Vida diaria saludable:
Los pacientes tienen que investigar su día a día, el ambiente laboral y el ambiente general, personal, popular y familiar. Realice pequeños cambios en su horario para poner las cosas en orden y estar mucho más ordenado y en control. Antes de decidirse por las medidas de autocuración, se aconseja preguntar a un experto que logre guiarlo en el desarrollo.
Fundamental. Intente dejar en libertad la tensión. En el momento en que te emocionas, tu cuerpo tiende a generar adrenalina, una hormona que incrementa el ritmo cardiaco, incrementa la tensión muscular y contrae los vasos sanguíneos. ¿Sabes qué son las «señales de agobio»? En el momento en que estas condiciones se propaguen, experimentará presión arterial alta. Puede dejar en libertad esta tensión llevando a la práctica ejercicios de control del agobio, respiración, relajación muscular y travesías usuales. Una aceptable noche de sueño o un masaje asimismo tienen la posibilidad de asistir.
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