El estudio señala que los holandeses son los que más horas duermen, ocho horas y nueve minutos de media, al paso que los brasileñles son los que menos, con siete horas de media.
La escasez de vivienda a la venta, al lado del veloz incremento de los costos y el endurecimiento de las condiciones para conseguir una hipoteca, han desarrollado unas ocasiones nuevas en el país con el mayor sistema de casas sociales en el planeta. Los llaman los “sin techo económicos” (economische daklozen). Son personas con trabajo que por alguna razón perdieron su casa y por el momento no tienen la posibilidad de hallar otra vivienda en relación a sus capital. El día de hoy Holanda se encara a una crisis inmobiliaria como no lo hacía desde hace un tiempo. El valor, tanto de la vivienda en alquiler como de la que se vende, prosigue subiendo, dejando muy atrasados los capital familiares. En lo que se refiere a la vivienda popular, las listas de espera llegan ahora a los diez años en las ciudades mas pedidas como Ámsterdam o Utrecht. A esto se aúna asimismo la inmigración de población asilada, a quienes cada vez se les hace más difícil regularizar su situación. Hallar una casa, singularmente para los conjuntos sociales mucho más atacables y asimismo para las clases medias en Holanda, puede ser una misión irrealizable. “La imagen de un individuo sin hogar como un vagabundo deambulando por la localidad con latas económicas de cerveza o una jeringa de heroína, cada vez encaja menos con la verdad. Todavía hay, y precisan ser atendidos, pero la proporción de personas que llevan una vida habitual y, no obstante, en el final del día acaba en una cama de un cobijo para personas sin hogar, esta medrando bastante” comunicaba el diario De Telegraaf el 25 de octubre pasado.
La verdad es que el número de personas sin techo se duplicó entre 2009 y 2015, alcanzando las 31.000 personas en 2016, según el jornal AD. En exactamente el mismo producto de De Telegraaf una enfermera explicaba: «Somos personas normales que nos sentamos serenamente durante la noche en el cobijo a divertirse a un juego de mesa o a ver la televisión. La mayor parte poseemos un seguro médico y un salario. Solo pasa que no contamos hogar, gracias a incidentes financieros o a la mala suerte. Mientras que no se resuelva la escasez de casas, considerablemente más personas se van a quedar sin hogar».
Y los españoles, ¿exactamente en qué puesto nos quedamos?
Los españoles nos ubicamos en tabla media. En concordancia al estudio, dormimos una media de siete horas y 45 minutos, muy cerca de las ocho horas recomendadas por los especialistas del sueño.
Eso sí, donde rompemos récords es en la hora de acostarnos. Los suizos, que alcanzan unas cantidades muy afines a nosotros en lo que a horas de sueño tiene relación, se acuestan como bastante a las once de la noche y amanecen a las siete de la mañana.