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Todos y cada uno de los días, los otorrinolaringólogos de la solicitud reciben exactamente las mismas cuestiones: ¿De qué manera puedo limpiarme los oídos, doctor? ¿Y de qué manera puedo eludir que se formen obstrucciones?
Vamos a contestar a todas y cada una estas cuestiones:
Todos preguntan: bastoncillos de algodón ¿sí o no?
En CIO Bilbao respondemos a esa pregunta con un rotundo no. ¿Por el hecho de que? Ya que el hisopo tiene exactamente el mismo espesor que el canal auditivo, todo cuanto tenemos la posibilidad de realizar es mover el cerumen en el oído. Si bien el hisopo sale con algo de cera, la proporción de cera que queda en el oído siempre y en todo momento es mayor que la que retiramos con el hisopo.
Si por alguna razón nuestro cuerpo genera un exceso de cera y usamos hisopos, logramos desplazarla hasta el fondo de la parte interna del oído, en concreto hasta el tímpano. esa es la parte mucho más dolorosa. En estas situaciones, la obstrucción es mucho más problemática en tanto que la limpieza es considerablemente más dolorosa e inclusive puede necesitar múltiples sesiones para adecentar completamente.
¿De qué forma eliminar el cerumen?
Puedes adecentar el canal auditivo de afuera envolviendo un pañuelo o papel del váter en torno a tu dedo. El aceite mineral se puede emplear para empapar el oído y eludir que la cera se seque. No se limpie los oídos con mucha continuidad ni fuertemente.
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