La misión, que va a costar 1.cien millones de dólares americanos, compendiará datos sobre el mundo mucho más grande del sistema del sol. La sonda Juno empezó a orbitar Júpiter en torno a la medianoche del lunes, un enorme triunfo para esta misión de 1.cien millones de dólares estadounidenses destinada a conocer los orígenes del mundo mucho más grande del sistema del sol.
La nave espacial Juno de la NASA, a 628 millones de km de la Tierra (algo mucho más lejos que los cien km recorridos por Jeff Bezos en su viaje espacial), volvió a producir sensacionales imágenes de Júpiter. Las novedosas fotografías, que ingresaron a la Red de Espacio Profundo de la NASA tras viajar 34 minutos luz (y más tarde fueron editadas por un equipo de científicos voluntarios), revelan la majestuosidad del mundo mucho más grande del sistema del sol.
Estas imágenes mucho más próximas al mundo llegan días antes del décimo aniversario de la publicación de la sonda de energía del sol el 5 de agosto de 2011 desde Cabo Cañaveral, Florida (EE. UU.).
La noche del lunes 26 de septiembre se va a poder ver extraordinariamente bien el mundo Júpiter en el momento en que el enorme gaseoso entre en oposición. Desde la perspectiva de la extensión de la tierra, la oposición sucede en el momento en que un objeto astronómico sale por el este mientras que el sol se pone por el oeste, poniendo al objeto y al sol en lados opuestos de la tierra.
La oposición de Júpiter sucede cada 13 meses, lo que provoca que el mundo parezca mucho más grande y refulgente que en otra temporada del año. Pero eso no es todo, Júpiter asimismo va a estar en su punto mucho más próximo a la Tierra a lo largo de los últimos 59 años. Esto pasa pues la Tierra y Júpiter no viran cerca del Sol en círculos excelentes, lo que quiere decir que los planetas continúan a distintas distancias a lo largo de todo el año. La situación mucho más próxima de Júpiter y la Tierra raras veces coincide con la oposición, con lo que ver el mundo este año va a ser inusual. En su máxima aproximación, Júpiter va a estar a unos 590 millones de km de la Tierra, precisamente exactamente la misma distancia que se encontraba en 1963. Júpiter está a unos 965 millones de km de la Tierra en su punto mucho más lejano.
«Con buenos binoculares, las bandas (por lo menos la banda central) y tres o 4 de los satélites galileanos (lunas) habrían de ser perceptibles», ha dicho Adam Kobelski, astrofísico estudioso del Centro Marshall de Vuelos Exclusivas Marshall de la NASA en Huntsville, Alabama. “Es esencial rememorar que Galileo observó estas lunas con óptica del siglo XVII. Entre los requisitos mucho más esenciales va a ser un montaje permanente para el sistema usado.»