En el momento en que lo pienso, no hay nada como un vuelo de 27 horas, que es precisamente el tiempo que tardé en regresar de Novedosa Zelanda. Allí arriba, en los cómodos asientos de Qatar Airways, me preguntaba de qué forma habíamos logrado volar tan bien sin chocar, como afirmaría Rajoy, «los pies en el suelo». Esas son las respuestas.
La altura perfecto para alzar, mover y tirar
Tanto la flotabilidad como la flotabilidad dependen de la consistencia del aire, lo que quiere decir que la flotabilidad y la flotabilidad idóneas unicamente se tienen la posibilidad de conseguir en triples mucho más enormes sucede. Ya que la sustentación y el empuje son los 2 puntos mucho más esenciales de la aptitud de vuelo de un avión, esta estadística es esencial.
Mucho más empuje, i. h Se necesita aceleración hacia adelante en el momento en que el aire es mucho más espeso, con lo que se requerirá menos empuje en el momento en que se vuela donde el aire es mucho más angosto.
Agilidad de aterrizaje
Ahora nos encontramos llegando en el final de nuestro viaje y el avión empieza a descender. En este punto, el conduzco disminuye gradualmente la agilidad hasta lograr una agilidad bajo la que se tienen la posibilidad de desplegar los flaps, lo que se utiliza para achicar aún mucho más la agilidad para arribar de manera segura.
La agilidad media de aterrizaje de un avión comercial es de 240 a 267 km/h. En dependencia de las condiciones meteorológicas, la longitud de la pista y/o el llamado peso de aterrizaje, probablemente halla cambios de agilidad.