Los estudios detallan que el desafío puede perdurar uno o un par de años en promedio. Prácticamente todo el planeta está en concordancia en que lo que pasa en los primeros tres meses tras la desaparición de un individuo cercano es habitual.
Cuánto dura el desafío
Los estudios detallan que el desafío puede perdurar de uno a un par de años en promedio. Prácticamente todo el planeta está en concordancia en que lo que pasa en los primeros tres meses tras la desaparición de un individuo cercano es habitual. Tal es la situacion del Inventario de Desafío Inspeccionado de Texas, el que se aplica a personas mayores de 14 años cuyo individuo cercano ha fallecido en un periodo de al menos 3 meses y no mucho más de 3 años.
No obstante, esta herramienta no es una herramienta clínica en sí y en consecuencia solo mide el desafío seco, mide la intensidad del desafío sano, pero no distingue entre desafío patológico y desafío habitual. En todo caso, hay otras herramientas terapéuticas para medir el desafío, entre aquéllas que la entrevista clínica es primordial. Nuestro Worden charla de la presencia de 12 pistas o síntomas de desafío difícil que tienen la posibilidad de ser valorados por el profesional y apuntar a un desafío patológico.
Llevar a cabo en frente de la desaparición de una madre
Los especialistas en psicología comentan las peculiaridades recurrentes del desafío: profunda tristeza y también furia, negación, interrupción de las ocupaciones comunes y la necesidad de cambiar la vida.
Aun si la persona que muere es muy próxima, como una madre o un padre, requerimos reconfigurar la relación interna con él/ella.
Luto por la pérdida de una madre.
Sobrepasar la pérdida de una madre significa llevar a cabo el desarrollo de desafío de la forma adecuada.
Sabiendo los apartados precedentes, la naturaleza de la desaparición y la naturaleza de la relación, tal como otras cambiantes que logren aparecer en todos y cada caso, la preparación al desafío va a ser diferente.
El peso de la tradición del desafío
Si bien no es universal, acostumbramos a tener la imagen del luto como la de una viuda vestida de negro severo a lo largo de una media de cinco años. Anteriormente, la indumentaria negra y la sobriedad en el vestir eran un signo de tristeza y respeto, y retar estas reglas se encontraba muy mal visto y era objeto de chimentos en sitios cerrados.
Esta tradición dejó huella en el inconsciente colectivo, con lo que hay personas que de alguna forma se sienten obligadas a vestir de negro o no enseñar alegría públicamente. Aun hay quienes piensan que no vestir de negro le falta respeto, o que hay tristeza o alegría en su forma de vestir, y alargan esta creencia a otro género de acciones como cantar, sonreír, viajar o ayudar a acontecimientos. Tienen la posibilidad de llegar al punto de opinar que si ríen, cantan o no visten de negro, están transgrediendo alguna regla no redactada, o que la sociedad los censurará o va a pensar que no desean a quien murió.
Día de Fallecidos
Ciertos rituales de desafío asimismo toman la manera de celebraciones, en las que los integrantes de una cultura particularmente lloran y honran a los fallecidos simultáneamente.
Un caso de muestra sería el Día de Fallecidos en México. Este es un acontecimiento de forma anual donde personas de todo el país rinden homenaje a los fallecidos.
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