La siesta en España empieza después de la Guerra Civil. En este período, era frecuente que un trabajador tuviera más de un empleo para sostener a su familia y recurriese al mediodía para comer y reposar, y así poder rendir lo bastante en el trabajo de tarde, según el Centro Universitario CIESE.
- Prácticamente seis de cada diez españoles (57,9%) no duermen jamás la siesta, el 17,6% lo realiza mucho más de 4 días por semana, el 15,8% de uno a tres días y el 7,7% con una menor frecuencia.
- Quienes duermen la siesta dedican a ello un tiempo medio de 35 minutos.
- A prácticamente 4 de cada diez de quienes duermen la siesta (38,9%) les fastidia no poder dormirla en el momento en que lo acostumbran a llevar a cabo.
Atendiendo a la edad de los entrevistados, se aprecia que conforme se aumenta esa edad lo realiza asimismo tanto la proporción de quienes duermen la siesta como la continuidad con que lo hacen. En este sentido, hay que apuntar que el porcentaje de quienes duermen la siesta es relevantemente inferior entre aquéllos que tienen hasta 34 años (= 38,1%) respecto al que se registra entre los mayores de 65 años (48,0%). Igualmente, en lo que se refiere a la continuidad hay que apuntar que mientras que entre los inferiores de 45 años no llegan a representar el diez% quienes duermen la siesta 4 o mucho más días por semana entre los de edades superiores el porcentaje es superior y se ubica en el 33,7% entre los mayores de 65 años.
Incremento de la contestación mental
Más allá de que físicamente la siesta es un beneficio mucho más que probado, mentalmente piensa asimismo una práctica sana y reconfortante. Está comprobado que la gente que duermen una siesta moderada se levantan después con una mayor contestación mental. Los reflejos se ven agudizados y la aptitud de razonamiento y pensamiento asimismo. Lo mismo pasa con la concentración, de ahí que tras la siesta nos encontramos dispuestos para poner nuestros cinco sentidos en cualquier tema.
En los pequeños inferiores de cinco años la siesta es una práctica rigurosamente que se requiere para el avance físico y neurológico. Asimismo en la tercera edad es requisito reposar un tanto tras comer pues de esta manera el cuerpo descansa y asiste para pasar mejor el resto del día. Todo esto causa que nuestros mayores tengan una mejor calidad de vida y logren aguantar de mejor forma las enfermedades propias de la edad.
¿Por qué razón dormimos la siesta?
Y bueno, hablaremos de la siesta por el hecho de que varios extranjeros suponen que todos y cada uno de los españoles dormimos la siesta todos y cada uno de los días del año. Suponen que las tiendas, las academias y todas y cada una de las áreas de trabajo cierran a mediodía por el hecho de que nos marchamos todos a reposar la siesta por 2 o tres horas . Cada día, de enero a febrero.
Habitual español
La siesta
Entre las tradiciones de España más especial es la siesta. O sea, por decirlo de alguna forma, una regla. Tras el almuerzo, los españoles se toman de 15 a 30 minutos para reposar la visión y hacer más simple la digestión. Además de esto, asimismo lo hacen “para tener mucho más energía el resto del día”. Por lo menos, esa es su explicación.
2.3. Empleo de diminituvos
De forma frecuente utilizamos los diminutivos (siestecita/cabezadita) para:
- Quitarle relevancia a la acción.
- Me echaré una siestecita y me coloco a trabajar.
- Expresar el exitación que nos genera la siesta.
- No sé qué harás tú pero yo me echaré una siestecita.
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