El nombre del archipiélago procede de Cabo Verde, el radical mucho más occidental del conjunto de naciones africano, cerca de Dakar (Senegal).
Si viajas a Cabo Verde hallarás un trozo de África en la mitad del Océano Atlántico, con panoramas curiosos y playas interesantes pero sin las aglomeraciones de sitios pueblos por turistas que solo procuran arena y sol: Allí es considerablemente más aquí. El país no hace honor a su nombre, no es verde pues no hay una vegetación exuberante, es mucho más bien una extensión del vecino Senegal, salpicando el mar con diez islas únicas repletas de encantos para todos y cada uno de los sentidos.
Lo que te conquistará del archipiélago es la multitud, su forma de ser, su amabilidad, su facilidad, sus risas, su mestizaje. Es una vieja colonia portuguesa llena de mulatos con una simpatía sin igual y unos cuerpos, suyos y suyos, magníficamente formados, quizás fruto de esa extraña mezcla europea y africana y de una vida apacible en un espacio mecido por el viento y el mar. Quizás sus camisetas de fútbol de equipos de europa, enorme cultura y atención al viajero los hacen aún mucho más próximos a nosotros, llenos de humanidad.
Cabo Verde, algo de caramelo
Dado que Cabo Verde no tenga varios elementos no quiere decir que no tenga potencial. En un país con mucho más de 700.000 km² de zonas económicas exclusivas, no cabe duda de que debe existir un tesoro en alguna parte, y entre los mucho más esenciales está bajo el agua. La pesca fué históricamente uno de los más importantes elementos de Cabo Verde y es doblemente esencial gracias a la baja aptitud agrícola de las islas. Desde el primero de los días de la llegada de la multitud, las aguas de Cabo Verde han entregado a su gente pescado fresco y solo precisaban un pequeño bote para recogerlo. Hoy día, con todos y cada uno de los avances en tecnología libres, el ingreso al pescado se convirtió en un reto para los pescadores artesanales que vieron como los enormes pesqueros de europa y chinos, sedientos de caladero tras agotar los suyos, llenan sus aguas y la mayor parte sacan el pescado de ellas. Los pactos de pesca con otros gobiernos o instituciones como China o la UE ceden los derechos de explotación de las aguas de Cabo Verde a prácticamente nada, dejando a la población sin pescado y sin provecho.
Otro de los campos mucho más esenciales del país -y probablemente el de mayor potencial- es el turismo, que es el ámbito que mucho más contribuye al PIB nacional. Las aguas tropicales y los panoramas volcánicos gustan poco a poco más turistas, lo que llevó a la construcción de un elevado número de complejos hoteleros de propiedad extranjera. Los complejos están situados en ciertas zonas mucho más bellas del país y solo dejan el ingreso a quienes tienen la posibilidad de abonar sus costes, que en general no son la población local. Estos ghettos turísticos, que desarrollan millones de dólares estadounidenses en capital para las compañías que los tienen, hacen de varios de los sitios mucho más apreciados del archipiélago su propiedad única. La que deja esto se encuentra dentro de las instituciones mucho más corruptas del país: Cabo Verde Inversiones (CVI). Esta agencia, ligado del Ministerio de Economía, aprueba proyectos de inversión extranjera y también intercede frente al gobierno para conseguir concesiones y licencias de tierras.
Historia de Cabo Verde
En el momento en que los portugueses llegaron y colonizaron el archipiélago en el siglo XV, hallaron un conjunto de islas cubiertas por una espesa vegetación tropical, con sus rocas volcánicas negras y el mar azul . Hasta hoy no hay perseverancia precisa de que los portugueses fuesen los primeros en llegar a la isla, pero se calcula que los árabes lograron ser los primeros en llegar y conseguir el poder de la isla de Sal en siglos precedentes. Substancia.
En 1462 los primeros colonos portugueses desembarcaron en la presente isla de Santiago. Conforme la población medró, crearon la localidad europea mucho más vieja de los trópicos, Ribeira Grande, en este momento llamada Cidade Velha.
Los costos de Oi Cabo Verde, garantía de éxito
En lo que se refiere al precio, los viajes de Oi Cabo Verde cuestan precisamente entre 90€ y 140€ por persona y día, introduciendo todos y cada uno de los servicios terrestres y familiares contratados. vuelos (si hay). La variación es dependiente de la categoría de hosting, servicios auxiliares, número de vuelos familiares, etcétera. No obstante, es esencial nombrar que no manejamos vuelos de todo el mundo.
Asimismo es primordial que tenga pasaportes válidos en el instante de la reserva. No tenemos la posibilidad de reservar vuelos nacionales con pasaportes vencidos. Por ende, siempre y en todo momento aconsejamos sostener su pasaporte actualizado a lo largo del año que decida viajar fuera de la UE.
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