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¿Qué diferencia existe entre ansiedad y depresión?

Según el psiquiatra, la mayor diferencia es que la ansiedad se identifica por la ansiedad y la ansiedad incesante, al tiempo que la depresión tiende a ser un trastorno en el que la persona se siente deprimida y ha perdido la motivación o el interés por efectuar tareas que antes le resultaban satisfactorias.

Con frecuencia los pacientes nos preguntan en una sesión de consejos sobre las diferencias entre depresión y ansiedad, en tanto que habitualmente la distinción entre ansiedad y depresión no es moco de pavo gracias a la similitud de ciertos de sus síntomas e inclusive de sus causas.

Y sucede que frente a un mismo episodio o hecho de la vida, un individuo puede reaccionar con ansiedad o depresión, en tanto que las dos nosologías son esencialmente maneras de adaptación al medio. No obstante, estas son sus primordiales diferencias:

Ansiedad y depresión, ¿exactamente en qué se distinguen?

En este momento vamos a investigar ciertas diferencias mucho más atractivas entre la depresión y la ansiedad a fin de que consigas discriminarlas.

Primeramente debemos charlar de varios de los síntomas físicos de estas nosologías. Tienen algunas semejanzas en común, como B. el cansancio y la fatiga que generan. No obstante, hay algunas diferencias.

¿Se puede padecer de ansiedad y depresión al tiempo?

Bien difícil de determinar ahora que la depresión como el TAG distribuyen ciertas especificaciones diferentes y otras afines. Para complicar aún mucho más las cosas, posiblemente alguien padezca depresión y ansiedad al tiempo.

En verdad, no solo es viable, asimismo es bastante común. La mitad de la gente con GAD asimismo experimentarán depresión. En el momento en que las condiciones cohabitan así, tienen la posibilidad de ser mucho más severas y prolongadas de lo común.

Qué afines son los dos trastornos

  • Síntomas: impotencia, temor al fracaso y evaluación negativa, como elementos centrales en los dos. A nivel cognitivo, hay adversidades de atención, concentración y memoria. A nivel mental: Hay una distorsión en el procesamiento de la información.
  • Secuelas: Los síntomas cariñosos, cognitivos, conductuales, motivacionales y fisiológicos tienen la posibilidad de ser tan intensos que provoquen adversidades familiares, expertos y sociales. En los dos contextos, la persona tiende a aislarse.
  • Evitación Experiencial: Los dos continúan sintomáticos por el hecho de que hay conmuevas que a la persona no se le deja sentir. El nivel de vigilia mantenido por la ansiedad puede conducir a la persona a eludir ocasiones que “desencadenen” su ansiedad. Y la depresión acostumbra tratarse de eludir conmuevas que podrían empeorarla: decepción, inseguridad, incapacidad, temor al rechazo, etcétera.
  • Pérdida de control: En cambio, los pensamientos y las conmuevas tienen la posibilidad de regentar la vida de un individuo hacia esos que hacen su resoluciones responsablemente.
  • Cambios en el sueño y el apetito: La persona semeja estar tolerando de insomnio o hipersomnia. El apetito por norma general reduce con la ansiedad y incrementa con la depresión. En los dos casos se frecuenta cambiar.
  • Neuroquímico: Reducen los escenarios tanto de serotonina como de norepinefrina.
  • Comorbilidad: En el momento en que el cuerpo ha experimentado temor en muchas ocasiones a lo largo de bastante tiempo, la persona siente que no puede confrontar al planeta con sus elementos, con lo que puede terminar creando un estado de impotencia que va asociado a la depresión. .
  • Régimen: Los dos se tratan con métodos afines en psicoterapia y los dos tienen la posibilidad de ir acompañados de régimen farmacológico.

Orientación

Nuestro cuerpo nos prepara, pero no en todos los casos entendemos para qué exactamente

No es requisito que los enormes inconvenientes ocasionen afecciones, frecuentemente es bastante y sentimos que es bien difícil de tratar. Por ende, la ansiedad se asocia con la mayor parte de los próximos síntomas: incremento del ritmo cardiaco, incremento de la tensión muscular, indigestión, incremento de la tensión en las paredes intestinales, incremento de la sudoración, disminución de la salivación, incremento del ritmo respiratorio, opresión en el pecho, sensación de inseguridad, sensación de irrealidad, temor a pérdida de control, e inclusive volverse desquiciado. Pongamos que en dependencia de la intensidad del temor, los síntomas incrementan. Debes comprender que los síntomas que acabo de enumerar no se muestran a la suerte, sino más bien pues teóricamente son buenos para hallar lo que requerimos. O sea, en el momento en que el corazón se hace más rápido, se piensa que provoca que nuestra sangre se mueva mucho más veloz, ofreciendo a nuestros músculos mucho más nutrición por si las moscas… La continuidad respiratoria incrementa, y con ella la expansión de los alveolos en los pulmones, con lo que hay mucho más oxígeno para el cuerpo (lo que provoca que si no lo consumimos tengamos una sensación de mareo e inclusive de irrealidad).

Nuestros cuerpos nos organizan, pero no en todos los casos entendemos por qué razón. Nos activamos frente a una amenaza física de esta manera que frente a un examen, y esto no en todos los casos es simple de comprender.

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