La «marcha de la desaparición» mucho más recordada fue la de la evacuación obligada de Auschwitz hace 70 años, donde por lo menos 9.000 de los 56.000 presos trasladados fallecieron en una extenuante marcha entre el 17 y el 21 de enero de 1945.
Los preparativos para la evacuación han comenzado poco después. A objetivos de 1944, las tropas soviéticas liberaron el primer enorme campo de concentración en Polonia: Majdanek, cerca de Lublin, donde se estima que unas 200.000 personas podrían ser asesinadas.
La guerra de Bataan
Situada en la bahía de Manila, la península de Bataan sirvió como cobijo para las tropas estadounidenses y filipinas, incluyendo los Boy Scouts filipinos bien entrenados dirigidos por suboficiales del ejército y otras fuerzas coloniales, que se formaron adjuntado con las entidades regulares de la USAFFE, una vez que un bombardeo japonés que expandió relevantemente las fuerzas aéreas o la FEAF (Fuerza Aérea del Lejano Oriente) se redujo. En únicamente una semana, del 8 al 15 de diciembre de 1941, el número de bombarderos Boeing B-17 evacuados a Australia redujo de 33 a 17 (9). Con un puñado de cazas y sin una flota con la que defenderse -las primordiales entidades navales de la zona, comandadas por el almirante Thomas C. Hart, se habían dirigido al sur tras el bombardeo de su base en Cavite, dejando las mucho más pequeñas, como torpederos y submarinos, en Filipinas-, el 14.º Ejército Imperial del teniente general Masaharu Homma no habría tenido mayores inconvenientes para arribar en múltiples puntos de la isla de Luzón que la ciudad más importante Manila se encontraba cercada, las tropas bajo el mando del general Douglas McArt hur se retiró a Bataán y trasladó su puesto de mando a Corregidor, donde asimismo había ido el presidente filipino Manuel Luis Quezón. Era el día de Navidad de 1941.
Un par de semanas tras el ataque sorpresa a la base aérea naval de Pearl Harbor que anunció la entrada estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, la situación de los estadounidenses en el archipiélago filipino, cuyas pertenencias eran vitales para los proyectos nipones de control del Pacífico, se había vuelto insostenible. No obstante, lo que no adelantaron fue la retirada a Bataan, que consideraban «una fácil periferia que caería de forma rápida», y no tenían «ningún plan si MacArthur decidiese entablar sus situaciones en otro rincón que no fuese Manila», declarada localidad abierta y desierta por USAFFE, FEAF y la Flota Asiática (diez). Meses después, los presos de guerra pagaron trágicamente esta falta de previsión por la parte del ejército japonés. En el momento en que Filipinas fue atacada, asimismo fueron atacadas otras pertenencias americanas, británicas y holandesas: Guam, Myanmar, Borneo Británico, Hong Kong, Isla Wake, Indias Orientales Holandesas, Borneo Holandés, Java, Singapur, Sumatra, etcétera.