A nivel científico, «calor» es 27 grados, pero eso es dependiente de dónde vivas. Los pequeños son en general mucho más calientes y las pequeñas son mucho más frías.
Cada vez se charla mucho más de los «sofocos» que padecemos. Pero en la mitad de una ola de calor, las temperaturas son solo unos pocos grados mucho más altas de lo que se espera en ese instante. Comunmente medimos la temperatura en grados Celsius o Centígrados (oC), la escala donde el hielo se funde a 0°C y el agua hierve a cien°C. Esta intensidad es natural en nuestro mundo donde el agua sosten la vida.
Pero físicamente comentando, el calor está relacionado con lo que tiene por nombre temperatura absoluta, que se mide en la escala Kelvin (K) y se consigue sumando 273 a los grados centígrados. El calor que tiene dentro un cuerpo, o la presión que ejercita un gas sobre el envase en el que está, y muchas otras características físicas dependen (son precisamente proporcionales) de la temperatura Kelvin y cambian poco en el momento en que la temperatura incrementa unos pocos grados. Por poner un ejemplo, si pasamos de 37°C (310K), la temperatura habitual del cuerpo humano, a 42°C (315K), estos cambios son solamente del 2%. En el momento en que se da este cambio de temperatura del aire en verano, que ahogo, pero en el momento en que es nuestro cuerpo el que llega a los 42°C, es malo.
Diferencia entre calor y temperatura
El calor es la energía final del movimiento de las moléculas en la materia.
Si bien el calor y la temperatura son conceptos íntimamente relacionados, no son lo mismo.
Maneras de progresar la temperatura ámbito
Un término asociado a una mejor temperatura ámbito es el de la humedad. Un ámbito confortable debe tener una humedad relativa de 50-60% y entre 40% y 70% se considera aceptable. Un ámbito bastante húmedo estimula el avance de gérmenes y hongos dañinos.
Naturalmente, la respiración de todos ayuda a acrecentar la humedad. Considere que los humanos respiran oxígeno del aire y emiten dióxido de carbono y vapor en proporciones que cambian con el peso, la edad, la dieta o el nivel de actividad. Ya que el dióxido de carbono es tóxico, se necesita una ventilación correcta.