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¿Que no se puede dejar de ver en Lisboa?

En el vecindario de Alfama, con sus calles de piedras empinadas y enrevesadas, entre el Castillo de São Jorge y las riberas del río Tajo, vas a encontrar la auténtica esencia de Lisboa. La mejor forma de recorrer este viejo vecindario de pescadores es descender con apariencia de S, pasando por la Iglesia de San Miguel, hasta el hermoso Arco de Jesús, olvidándose del mapa y gozando de los propios balcones de hierro llenos de ropa tendida y de las edificaciones que decadentes El estilo, las plazas animadas y las tiendas locales lo transforman en entre los sitios mucho más cautivadores para conocer en Lisboa.

Esta región asimismo aloja varios de los mejores sitios de comidas de Lisboa, como O Trigueirinho y Ti Natércia, donde se tienen la posibilidad de probar platos caseros y locales y percibir fado.

Ascensor de Santa Justa (y vecindario del Chado)

Este ascensor urbano conecta el vecindario de la Baixa con el de Chiado, el vecindario mucho más bohemio de Lisboa. Su diseño neogótico está precisamente inspirado en el estilo de Gustave Eiffel, si bien jamás se probó la implicación del francés. Se compone de una composición de hierro forjado, 2 elevadores y en la parte de arriba una terraza panorámica con una vista fantástica de la región.

Para usar entre las primordiales atracciones de Lisboa hay que abonar unos 5€.

Torre de Belem, un espacio imperdible en Lisboa

Probablemente el sitio mucho más popular de Lisboa que tienes que conocer y que vas a ver retratado en prácticamente el cien% de las guías, gacetas y documentales que ver mucho más de Lisboa, es la Torre de Belem. Seguramente te suena, ¿me equivoco? 😉

El Castillo de San Jorge

Sin escapar del chato cultural, la visita del Castillo de San Jorge es un punto primordial para la Los visitantes de Lisboa puesto que los restos de la composición protectora proponen entre las vistas mucho más poco comúnes y preciosas de la región desde lo prominente de la colina.

1.2 Plaza Figueira

Justo a la vera de la plaza Rossio está la plaza Figueira. El mayor encanto de esta pequeña plaza son sus relucientes viviendas abuhardilladas, pero en esta ocasión la podemos encontrar en construcción.

Pertence a las plazas con mucho más ámbito de Lisboa donde puedes tomar un café o un dulce en la conocida Confeitaria Nacional y gozar de una espléndida vista del Castillo de San Jorge.

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