El pasado domingo 27 de noviembre, en el momento en que comenzó a brotar lava de entre las laderas del Mauna Loa en la isla de Hawái (EEUU), absolutamente nadie se sorprendió. La última erupción del volcán activo mucho más grande de la Tierra no fue nada fuera de lo normal para las islas habituadas a vivir con lava. No obstante, en la cima del volcán, a 3.400 metros de altitud, la sensación de preocupación era mucho más visible. Allí, a pocos km del cráter, está el Observatorio Mauna Loa, referencia mundial para medir la concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2), el primordial gas de efecto invernadero causante del cambio climático.
Con el estallido, los primeros mensajes de negación y delay no se hicieron aguardar. Al ahora tradicional (y erróneo) razonamiento de que son los volcanes los autores del cambio climático de hoy, se aúna la preocupación de que este acontecimiento natural, por su cercanía, logre modificar los datos recogidos por el observatorio. Lo que es cierto y que no con todo lo mencionado?
De Hawai a Tenerife
Omaira García trabaja en el Centro de Indagaciones Atmosféricas de Izaña (Tenerife), correspondiente a AEMET. Un espacio que comparte muchas semejanzas con el Observatorio Mauna Loa: están en una isla, entre las metas de los dos centros es medir los gases atmosféricos, están en una región volcánica y últimamente fueron golpeados por una erupción. .
El Centro de Indagaciones Atmosféricas de Izaña está ubicado muy cerca del volcán mucho más grande de España (Teide) a una altitud de 2.367 metros. En el momento en que el volcán de La Palma logró erupción a 140 km de distancia en 2021, «se asentaron subidas de hasta 75 partes por millón (ppm) puntualmente en el momento en que la nube volcánica desperdigada golpeó el observatorio». Este valor, enseña, «representa prácticamente diez ocasiones el de nuestra zona». variación estacional (8 ppm) y prácticamente 40 ocasiones la inclinación de desarrollo interanual global de en torno a 2 ppm.”
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No tiene que ver con sismos como semejantes, sino más bien de acontecimientos híbridos producidos por el movimiento de vapor, gas, etcétera. agua. Joan Lluís Ferrer Colomar es licenciado en Ciencias de la Información por la Facultad del País Vasco (UPV-EHU). Desde 1988 trabajó como periodista en prensa, radio y televisión en Bilbao, Cataluña y Baleares. Como experto en información ambiental, regula desde 2019 la columna “Crisis Climática” en los diarios Prensa Ibérica. Desde 2020 dirige Verde y Azul, el canal medioambiental de Prensa Ibérica y Conjunto Zeta.
Un equipo de científicos españoles y argentinos consiguieron desvelarlo últimamente. Con estos sensores, es viable advertir deformaciones de solo un milímetro en la parte de trabajo. Por ende, este sistema global deja adivinar, con determinado margen, la ocurrencia verdadera de una erupción y planear la eventual evacuación de la una parte de la isla perjudicada por este acontecimiento volcánico. Según el Gobierno de Canarias, el nuevo volcán podría contener entre 17 y 20 millones de metros cúbicos de magma. El geólogo enseña que el calentamiento global no guarda relación con esta erupción. “Esta erupción está causada únicamente por la naturaleza volcánica de la isla y el contexto geológico en el que está”, concluye.
Región 2A: Valle de Icod – Garachico
Nivel de amenaza altísimo. Tiene una área de 64,21 km² y está ubicado en la parte nordoeste de la isla, en la loma de Abeque, y también incluye los ayuntamientos de El Tanque, Garachico y también Icod de los Vinos. Esta región muestra especificaciones orográficas de enorme dificultad. La población se cree en 17.186 pobladores y se distribuye eminentemente entre los ámbitos media y costa con 22 núcleos poblados. El volumen de población expuesta es alto.
«Muchas opciones de erupción»
La asociación Volcanes de Canarias, formada por expertos y apasionados a esta región de las islas, enseña que «la historia geológica revela que este estratovolcán está allí existen muchas chances para un brote”, asegura la compañía en su página web.
Esta compañía apunta que «el sistema volcánico de Tenerife incluye no solo el Teide-Pico Viejo, sino más bien todo el edificio volcánico que de él surge». Para ser verdaderamente objetivos, probablemente todas y cada una de las áreas de la isla experimenten una erupción volcánica, si bien existen algunas áreas con una mayor posibilidad. Los especialistas piensan que aparte del centro de la isla, las cordilleras de Tenerife (muchos de volcanes) son las que tienen mejores condiciones para poder ver una erupción.
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