En el final de los 5 secretos del día rezar: Ave María, hija de Dios Padre, llena eres de felicidad… Ave María, Madre de Dios Hijo, llena eres de felicidad… Ave María, mujer de Dios Espíritu Beato, eres llena de felicidad…
La contestación a esta pregunta se pierde en la historia. Para poder ver a qué me refiero con eso, hayamos ido al Diccionario de la Real Academia de la Lengua De españa y consultemos el término «secreto». Entre los probables significados que podemos encontrar es este: Todos los pasos de la vida, padecimiento y muerte de Jesucristo considerados individualmente.
De todos modos, el secreto -el secreto de la fe- es Jesucristo mismo, puesto que la cabeza humana no puede entender de qué manera son Dios y el hombre al tiempo.
Lo que afirma la Iglesia sobre los católicos vueltos a desposar
La Exhortación Apostólica Articulo-Sinodal del Papa Francisco Amoris Laetitia sobre el Amor en la Familia charla en su punto 243 sobre este tema particularmente.
«Es esencial que la gente divorciadas que viven una exclusiva relación se sientan una parte de la iglesia, que ‘no están excomulgadas’ y que no son tratadas como semejantes por el hecho de que siempre y en todo momento forman parte de la iglesia eclesial». red social. Estas ocasiones “necesitan un juicio cuidadoso y un acompañamiento respetuoso, eludiendo toda expresión y actitud que los realice sentir discriminados y promoviendo su participación en la vida de la red social. Para la red social cristiana, la preocupación por ella no significa un debilitamiento de su fe y de su testimonio de la indisolubilidad del matrimonio, sino expresa en esta preocupación exactamente su caridad»”
SANTO ROSARIO
En estos momentos de crisis lo que mucho más requerimos es aferrarnos a la fe en Dios, a sabiendas de que en la oración podemos encontrar consuelo, paz y lo más esencial, promesa más adelante de salud y amor por el planeta.
Estos son los procedimientos que se deben llevar a cabo para acompañar el rezo períodico del Santurrón Rosario.
acto de arrepentimiento. Todos:
Mi Señor Jesucristo, verdadero Dios y hombre, me arrepiento de todo corazón de haber pecado pues merecí el Infierno y el Cielo perdido, en especial por el hecho de que te he insultado por ser la amabilidad sin limites que adoro. Sugiero de forma encarecida realizar las paces con tu felicidad y eludir las próximas ocasiones de pecado, confesión y arrepentimiento. Confío en que me perdonarás tu sin limites clemencia. Amén.
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