Provecho de vivir en Rumania
Los rumanos son personas muy unidas que acostumbran a estar muy con intereses en comprender la vida de los extranjeros y asistirlos en todo cuanto logren en tanto que están familiarizados a viajar para ganar bastante de dinero en otros países y saben lo bien difícil que es el desarrollo.
2 escritoras rumanas, Gabriela Adameșteanu, autora de «Vidas temporales» (Barranco) y Cătălin Partenie, autora de «La madriguera dorada» (Impedimenta); En sus novelas cuenta la vida en Rumanía a lo largo de la dictadura de Ceausescu.
En Rumania saben llevar a cabo una celebración en cualquier sitio
El espíritu latino de los rumanos se respira en el ámbito, en tanto que tienden a ser animados, extrovertidos y amigos. de la juerga Y en el momento en que ciertos se juntan, es ineludible que hagan una celebración, da igual la hora ni el sitio. Unos amigos cerca de una mesa, unas cervezas o una pálinka son disculpas mucho más que suficientes para montar una celebración a la que puede ayudar cualquier persona que desee pasar un largo tiempo.
De ahí que, es muy normal que en Rumanía se vivan ocasiones tan surrealistas como finalizar la primera celebración de la noche en la azotea de un hotel con vistas a toda la localidad, o tras una extenuante subida al monte Ceahlau el comité da la bienvenida a la cobijo, ahora listo con cerveza y música para festejar el atardecer.
¿Qué mucho más te llama la atención de vivir allí?
Lo que mucho más me llama la atención de vivir aquí es la organización. Primero a nivel ecológico en reciclar restos. No solo hay un reciclador de restos en la localidad para clasificarlos por materiales, sino asimismo existe el reciclaje a nivel domiciliario. Prácticamente todas las semanas pasa un camión recogiendo y contamos una bolsa de cada color para dividir.
Otra cosa que me llama la atención es que hay bastante respeto por los viandantes en todas y cada una partes en la vía pública. Quizás no tanto en la ciudad más importante, pero sí en otras ciudades donde no hay tanto tráfico y pones el pie en el bordillo con una posición tal y como si fueses a atravesar y los turismos frenan de forma automática para dejarte pasar.
Transilvania
Ahora hablamos de Drácula y en este momento nos encontramos pensando en vampiros, murceguillos, luna llena y mucha sangre. La imaginación es sin limites. No obstante, el primordial riesgo en Rumania en Transilvania no son las criaturas del inframundo, sino más bien los caminos.
En la parte mucho más plana de la meseta que conecta capitales como Brasov o Sighisoara no vas a tener inconveniente. Pero ingresar y salir de Transilvania es otra historia en tanto que está cuidada por los Cárpatos y ciertas rutas de montaña son una odisea para los que padecen de curvas. Son caminos para caminar con calma y gozar de los panoramas. Por el hecho de que los recorridos en turismo asimismo forman una parte del viaje a Rumanía. Seguro.
¡Qué hermoso es estar conectado con tus conocidos cercanos y gozar al lado de ellos!
Asimismo me dio la experiencia de temperaturas tan bajas. Fue un domingo festivo a lo largo del fin de semana largo, lo que se reflejó en el ámbito animado con familias y conjuntos de amigos. Con temperaturas de vértigo que bajan hasta los -18 grados centígrados y mucha nieve el día que visitas los palacios de Sinaia. Pese a estas temperaturas, no tenía frío, tenía mucho más frío en Valencia pues allí es considerablemente más húmedo.
Tras dejar mis pertenencias y saludar al dueño, salí a estirar las piernas y, en el desarrollo, tuve mi primera exposición a la bella localidad de Brasov. Tras un largo día de viaje no tenía ganas de proceder a ningún bar o lugar de comidas a cenar. Adquirí ciertas cosas en el autoservicio para una comida rápida en Casa Terezia y me acosté muy temprano por el hecho de que al día después debía levantarme muy temprano para lograr tomar un tren temprano en la mañana desde la estación de ferrocarril de Brasov a Sinaia donde vi Castillo de Peles y Castillo de Pelișor, pero de eso te charlaré en el próximo producto.
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