Según el Global Fire Pover Global Armed Forces Top, España ocuparía el puesto 18 en el top mundial de los ejércitos mucho más fuertes y Marruecos el 55 (53 en la lista del año pasado). muy tras.
El gobierno se vanagloria de haber achicado el IVA en modelos básicos, pero ¿verdaderamente los españoles han sentido la reducción de costes? OKDIARIO salió a la calle a preguntar por esta medida y los españoles fueron clarísimos: “¿Que han bajado los costes? Si cada día suben mucho más. Antes hacías la adquisición con 50 euros y en este momento vuelves con 2 cosas. Nos encontramos a puntito de ser Venezuela.”
Muchos son los entrevistados que, como puede verse en el vídeo que acompaña a estas líneas, han expresado su opinión sobre esto. «O sea una república bananera, aquí no hay socialismo ni democracia», destacó un profesor jubilado, al paso que otro hombre resaltó que «el socialismo solo trae pobreza, jamás ha traído riqueza a la multitud». inconvenientes en las infraestructuras troncales desde las que se proporciona mayor capilaridad de red para alcanzar a otros emplazamientos
Una parte de estas infraestructuras troncales son propiedad de Adif Mediante su fibra
La carrera armamentista
Este es un término muy discutido, según Buzan, “el término recomienda una rivalidad militar autoestimulada entre estados, con sacrificios de los estados para defenderse unos de otros que conducen a un incremento en las amenazas planteadas entre sí. Este creador recopila una secuencia de definiciones del término, entre aquéllas que resalta Barry H. Steiner, quien le dio al s «el ajuste repetido, competitivo y recíproco de la aptitud de llevar a cabo la guerra» entre 2 países o 2 «bloques de naciones». . Asimismo incluye la definición de Samuel P. Huntington en 1958, quien lo describió como «un rearme progresivo y competitivo en tiempos de paz entre 2 Estados o alianzas de Estados, que aparece así sea como producto de un enfrentamiento de pretenciones o por miedo mutuo. Asimismo es atrayente la interpretación de Colin S. Gray, quien los define como “2 o mucho más conjuntos que, al percatarse de que hay una relación hostil entre ellos, incrementan o mejoran velozmente sus armas” (Buzan, 1991, partido popular. 97-98). Tampoco tenemos la posibilidad de ignorar la definición de Gibler, Rider y Hutchinson, publicada previamente en esta gaceta: «Una carrera armamentista es una rivalidad usable entre 2 estados oponentes, empleando el poder de sus fuerzas armadas. La rivalidad se da sobre temas concretos, en tanto que los dos estados buscar la disolución de un reclamo territorial, de régimen o político” (2005, p. 1 36)
Los estudios de carrera armamentista han comenzado en la década de 1960 con Lewis F. Richardson, quien fue el primero en investigar la carrera armamentista y argumentó que entre los oponentes llegaría a un punto de agotamiento que forzaría un ataque. No obstante, Bueno de Mesquita apuntó que el modelo de Richardson no enseña por qué razón el agotamiento de un país lo impulsa a agredir a otro “en vez de sencillamente dejar la carrera armamentista” (Gibler, Rider y Hutchinson, 2005, p. 132). Es un término primordial en el pensamiento estratégico, pero crea mucha disputa gracias a la «ambigüedad del límite que divide las condiciones normales de las anómalos» (Buzan, 1991, p. 98). Michael D. Wallace (1976) es el primero en proveer una investigación empírico de la carrera armamentista, definiéndola como «un desarrollo rapidísimo y simultáneo del gasto militar que sobrepasa un cierto umbral cuantitativo en la década previo al comienzo de la carrera armamentista». (Gibler, Rider y Hutchinson, 2005, pág. 132.