Malestar, mal, cefalea o inconvenientes estomacales que no mejoran con el régimen. Tener inconvenientes para concentrarse, rememorar datos o tomar resoluciones. Fatiga, aun tras una aceptable noche de sueño. Sentirse culpable, inútil o indefenso.
De forma frecuente los pacientes nos preguntan en una sesión de consejos sobre las diferencias entre depresión y ansiedad, puesto que habitualmente la distinción entre ansiedad y depresión no es moco de pavo gracias a la similitud de ciertos de sus síntomas e inclusive de sus causas.
Y sucede que frente a un mismo episodio o hecho de la vida, un individuo puede reaccionar con ansiedad o depresión, en tanto que las dos nosologías son esencialmente maneras de adaptación al medio. No obstante, estas son sus primordiales diferencias:
¿Qué NO le puedo mencionar a un individuo con ansiedad y/o depresión?
En ocasiones intentamos de contribuir a la persona restándole relevancia a sus inconvenientes, pero eso puede llevar a cabo mucho más daño. Requerimos pensar sobre nuestros tabúes y estigmas cerca de la salud psicológica y entender que trabajar en nuestra salud psicológica nos es aporta un beneficio para nuestras vidas.
Aquí existen algunas oraciones que jamás tienes que decir a un individuo que pasa por un caso complejo de ansiedad y/o depresión:
Todos disponemos inconvenientes y aprendemos a vivir con ellos. ¡No lo supongas mucho más!
La depresión no es de forma directa proporcional al número de inconvenientes o desgracias que uno padece en la vida. No todos se ven damnificados por las cosas del mismo modo, ni todos tienen exactamente el mismo género de educación cariñosa, apego o composición genética.
De nuevo, esta oración es cualquier cosa menos útil, puede ser un enorme desencadenante de sentimientos de culpa en un individuo con depresión.
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