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¿Cómo saber si los pulmones están funcionando bien?

Para entender si tus pulmones están sanos, puedes realizar una prueba en el hogar consistente en tomar aire, meter la cabeza en el agua y contener la respiración. Según el portal Salud 180, si la persona dura por lo menos 30 segundos, quiere decir que los pulmones están sanos.

¿Qué son las pruebas de función pulmonar?

Las pruebas son un conjunto de pruebas que valoran si los pulmones están andando apropiadamente. Las pruebas examinan:

Interpretación de los desenlaces

Si el valor conseguido del volumen espirado máximo (FVC o CFV) es igual o superior al 80% del valor de referencia, se considera habitual. Asimismo es muy normal que el volumen de aire expulsado (FEV1 o FEV1) sea igual o superior al 80% del valor de referencia a lo largo del primer segundo que se efectúa la espirometría obligada. En el momento en que tienes estos 2 valores, lo más esencial es relacionarlos para comprender si hay un obstáculo. Este ratio ha de ser superior al 70% a fin de que todo sea acertado.

No debe malinterpretarse con el índice de Tiffeneau, que representa la relación entre el FEV1 y la aptitud escencial lenta (VC), o volumen máximo de aire inducido a lo largo de una maniobra espiratoria casual tras una maniobra inspiratoria máxima.

No obstante, hay síntomas diarios de pulmones enfermos que tienes que comprobar:

  • Cansancio y fatiga.

  • Sibilancias: No es muy normal que nuestra respiración realice estruendos al inhalar y exhalar. Si notas un rápido silbido al respirar, indudablemente es una alarma de que tus pulmones tienen la posibilidad de estar fallando.

  • Tos incesante y gripe.

  • Expulsión. Es el nombre de la mezcla de saliva y mucosidad en las vías respiratorias. Es recurrente en fumadores, que acostumbran a enseñar crisis en horas de la mañana. Este inconveniente lleva a una necesidad incesante de escupir y despedir mucosidad.

  • contrariedad para respirar.

  • Presión en el pecho. Se siente tal y como si algo pesado estuviese presionando su pecho y puede estar acompañado de mal al efectuar acciones diarias como toser, caminar, comer, respirar intensamente o agacharse.

  • Pérdida de masa muscular.

  • Tos con sangre.

Cansancio y agotamiento.

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