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¿Cómo se les decía a los reyes rusos?

Zar Nicolás II Fotografía: Rue des Archives. Cordon Press

La revolución comenzó inmediatamente después de la feria. Era el domingo 9 de enero de 1905. Las familias trabajadoras se habían reunido en las iglesias para rezar. En el momento en que acabaron, marcharon hacia el centro de la región, al Palacio de Invierno, donde yacía su conexión terrenal con Dios: el Zar. El padre Gapon encabezó la procesión. Los trabajadores portaban cruces y también iconos. Cantaron himnos religiosos en las calles heladas de San Petersburgo, donde aún había nieve de la noche previo. El padre Gapon había prometido que el zar escucharía su situación y los asistiría. Tenía la obligación divina de agradar las solicitudes de su pueblo. De ahí que marcharon hacia el Palacio de Invierno: a fin de que Nicolás II pudiese oír de manera directa las voces de sus súbditos rogándole que aliviara su pobreza.

La Enorme Guerra de 1918, un siglo después.

La Enorme Guerra de 1914-1918, que empezó un mes tras el asesinato del Archiduque de la Corona del Imperio Austro-Húngaro en Sarajevo, tomó a todos por sorpresa. La guerra hundiría al planeta en un caos inimaginable que empezó como una guerra europea y acabó como una guerra global, y duraría 4 largos años, finalizando a objetivos de 1918. Rusia entró en la guerra en acompañamiento de Serbia y Alemania corrió en asistencia de Serbia. su aliado Austria-Hungría. Inglaterra asimismo se presentó para respaldar a Rusia. Los tres mandatarios mucho más poderosos, que asimismo eran primos hermanos: Nicolás II de Rusia, Jorge V de Inglaterra y Guillermo II de Alemania, entraron en enfrentamiento de formas que jamás podrían haber soñado.

Después, otros países llegaron a respaldar a los dos bandos, pero España se declaró neutral, pese a las presiones Alfonso usó el los pies en el suelo pese a las presiones de su madre, la reina María Cristina de Habsburgo, sobrina del emperador Francisco José, que abanderó la Alemania Axis, y por otra parte la reina Victoria Eugenia, que apoyó abiertamente a la Triple Entente. La solución, prácticamente salomónica del rey Alfonso XIII, fue declararse neutral; y desde su cargo procuró mitigar el padecimiento que acarrea esta clase de combate armado. En esta cruzada contó asimismo con el apoyo de Victoria Eugenia, quien asimismo tuvo una misión histórica y humana realmente incalculable. Creó el Cuerpo de Damas Enfermeras

Bibliografía

Coble MD, et al. Secretos resueltos: la identificación de los 2 pequeños Romanov desaparecidos a través de análisis de ADN. Mas uno. 2009;4(3):e4838. doi: diez.1371/journal.pone.0004838

Gil P, et al. Estableciendo la identidad de Anna Anderson Manahan. Nat Genet. 1995 enero; 9 (1): 9-diez. doi: diez.1038/ng0195-9

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