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¿Por qué los pilotos no llevan paracaídas?

Nuevamente, la explicación está en la seguridad, puesto que lejos de parecer a priori una vía de escape rápida y segura, un protocolo de evacuación en aeroplanos comerciales a través de la utilización de paracaídas sería bastante temerario y retrasaría la salida del paso.

Pasó prácticamente un mes desde el momento en que lanzamos el XXII. Concluyó la décima edición del Festival Aéreo En todo el mundo El Yelmo y ahora extrañamos el ámbito del festival, el cielo lleno de colores a lo largo de las competencias de parapente, la multitud observando el cielo gozar de los espectáculos aéreos, los increíbles viajes que nos hacían las distintas películas del Festival En todo el mundo de Cine Aéreo, los rencuentros con amigos y compañeros, los lanzamientos del Yelmo…

Contamos muchas ganas de llegar a 2023 para lograr gozar de un nuevo FIA pero hasta entonces Les dejo este vídeo con varios de los instantes que habitamos esta edición.

Historia y Orígenes

La palabra parapente procede del francés como acrónimo de «paracaídas», que significa paracaídas. De ahí «for» y «pente» (pendiente) por el hecho de que en la crónica de esta actividad hubo ciertos montañeros que soñaron con algo de este modo para bajar volando desde las cimas que conquistaban. Este suceso fue llamado el primer jalón del parapente a fines del siglo XX, pero sus principios se remontan a bastante hace un tiempo.

El genio Leonardo Da Vinci estudió en aspecto el vuelo de las aves en la época del siglo XV para inventar las máquinas voladoras. El paracaídas, el precursor del parapente, fue la construcción mucho más fácil de Da Vinci. Una de sus piezas maestras, el ornitóptero, funcionaba de forma afín al ala delta de hoy. Se ahondó en la modalidad de navegación por el cielo usando corrientes de aire y termodinámica.

Tic, tac, tic, tac…

¿Cuánto tiempo disponemos todos para estar listos frente a una urgencia? En este momento toca saltar por la ventanilla del avión (con la altura correcta), y los que fueron valientes tienen temor, bastante temor y no desean saltar.

Como afirmábamos antes, probablemente halla mucha indecisión y bastante nerviosismo. Si bien todo realmente bien explicado (aun mejor que no inflar el chaleco en el avión) siempre y en todo momento hay alguien que abre el paracaídas antes del salto. ¿Que hacemos en este momento? No tenemos la posibilidad de tener mucho más de 50 paracaídas de recambio puesto que esto puede representar, por servirnos de un ejemplo, que tu maletero donde dejas tu maleta esté lleno. Seguramente a varios no les agrada nada, ¿verdad?

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