14 Y observando Jesús esto, se enojó y les ha dicho: Dejad que los a pequeños vengan a mí y no se lo impidáis, por el hecho de que de los semejantes es el reino de Dios. 15 De determinado les digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño no va a entrar en él.
Oremos:
Santurrón Padre, jamás deje que abusemos de un niño; que en cambio los tratemos siempre y en todo momento con amor, siempre y en todo momento acatando su dignidad y agradeciendo las bendiciones de tenerlos… Te lo solicitamos por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santurrón y es Dios , por siempre y en todo momento, Amén.
(Añada sus frases por las pretenciones deseadas a fin de que todos y cada uno de los que pasen por aquí tengan la posibilidad de sumarse a sus frases)
Jesús y los pequeños
Los Pequeños Son con frecuencia se detallan como individuos primordiales en el evangelio. Son modelo de «esta generación» que no cree, esto es, similar a los que no discuten en el momento en que invitan a los pequeños a cantar (cf. Mt 11, 16-17; Lc 7, 32). El elogio de los pequeños en el instante de la entrada de Jesús en el templo es impropio de los primordiales curas y de los articulistas, y en defensa de este elogio abierto y simple de los pequeños (cf. Mt 11,25), Jesús sale amonestándolos de la Escritura: »¿Jamás has leído: ‘De la boca de los pequeños y de los bebés te has listo para la alabanza’? (Mt 21,16; cf. Sal 8,2).
Jesús alimentó asimismo a los pequeños, multiplicando los panes y los peces (cf. Mt 14, 21; 15, 38). La maestra es su mucho más intrépido protectora contra quienes abusan de ella, aun con un mal ejemplo: “Cualquier persona que lleve a cabo pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, mucho más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino. , de la clase que sacude a un asno y lo ahoga en el fondo del mar” (Mateo 18:6). En el final, Jesús se regocija en la acción de gracias, por el hecho de que los pequeños son los receptores de la revelación de Dios Padre (cf. Mt 11, 25).
Jesús y los progenitores
El episodio que mencionamos en Mateo y Marcos prosigue la enseñanza de Jesús sobre la indisolubilidad del matrimonio. Esta secuencia es importante: tan rápido como el marido y la mujer se unen para toda la vida en matrimonio, se muestran los hijos, fruto de esa unión.
Si bien el evangelista no señala quién transporta a estos pequeños a Jesús, el episodio previo semeja señalar: los progenitores.
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