1. Instrumento de percusión El látigo era un instrumento de tortura. 2. Golpear con un látigo, látigo o instrumento afín. Le brindaron al preso cinco latigazos con el látigo.
Asesora (2002). Imagen: Slough Pond / TwoPoundBag Productions / Double A Largos.
No he popular solamente glorioso que las nalgas que tremen bajo una mano, se endurecen y después solicitan otro golpe. Se rinden y se sublevan en un mismo movimiento…
Efectos de la flagelación
La espalda se encontraba desgarrada y la columna expuesta. Cortes desgarrados de músculos, venas y ligamentos.
- Laceraciones, úlceras, hematomas, mal profundo por terminaciones inquietas expuestas.
- sangrado que causa hipotensión.
- Magulles en la espalda y el pecho: mal, inflamación de la pleura (pleuresía) que hace mal al respirar.
- Los moratones en la zona lumbar ocasionan daño renal. Los riñones dejan de generar orina.
Desestimación de la sentencia
Se desecha el recurso de casación por el hecho de que el recurso de casación, así como consta en la sentencia, no justifica el interés del recurso ni contraría la jurisprudencia de la Salón o la presencia de jurisprudencia contradictoria de los tribunales regionales. De la misma forma, expone cuestiones que no fueron elaboradas en el recurso frente a la audiencia regional.
La sentencia tiene dentro la opinión particular del juez Pablo Llarena. El juez piensa que la sentencia recurrida contraría las enseñanzas de la Salón y que la solución «justa, humana y sensato» fue la absolución de los acusados.
Géneros de Castigos y Castigos
Si bien en ocasiones se mantiene como una verdad absoluta que los ciudadanos romanos no podían ser azotados, esto no es totalmente cierto. Naturalmente, esta legislación (introduciendo las Leyes Porcias) es confirmada por las compilaciones legales que nos llegaron (Digest, 47, 9, 4.1; 47, diez, 9, 3; 48, 2, 6; 48, 19, diez) y cuentos sobre los Hechos de los Apóstoles como el de san Pablo (Saulo de Tarso), quien invocaba su condición de ciudadano de roma para eludir ser azotado, si bien exactamente el mismo san Pablo (2 Corintios 11,24-25) comunica que: 24 de los judíos recibí cinco ocasiones 40 latigazos menos uno. 25 Fui golpeado tres ocasiones con palos. Ocasionalmente sería decapitado por orden de Nerón, lo que confirmaría tácitamente su ciudadanía romana.
Como ahora hemos dicho, la flagelación se encontraba reservada a los ciudadanos romanos en el campo penal por faltas o delitos muy graves, por norma general de alta traición a la patria. En la especialidad militar y en la esfera privada, con apariencia de castigo disciplinario, la flagelación se empleó de forma muy extendida, en especial con relación a la enseñanza. Varios autores se refieren a sus vivencias con férulas o palmetas en este castigo por la parte de sus profesores, sean públicos o privados (Horacio, Marcial, Galen).
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