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¿Qué le pasa al cerebro con el gluten?

El gluten no solo entra en el intestino sino más bien asimismo en el cerebro, lo que deja que otras proteínas asimismo entren en el torrente sanguíneo. La investigación exhibe que esto sensibiliza el sistema inmunológico y fomenta la inflamación y la autoinmunidad.

EFECTOS

El gluten, si se consume de forma regular, tiene la posibilidad de tener una secuencia de efectos en nuestro cuerpo, entre aquéllos que resaltan:

  • Daño en la mucosa intestinal , como vimos citado, varias personas tienen la posibilidad de localizar este producto bien difícil de digerir gracias a la carencia de enzimas en el intestino y tienen la posibilidad de tener inconvenientes para absorber todos y cada uno de los alimentos que poseen gluten.
  • A consecuencia de este inconveniente intestinal, toda vez que se consume un alimento que tiene dentro gluten puede desatar una inflamación del intestino, ocasionando el cliente se sienta hinchado tras comer.
  • Altera el sistema inmunológico: Este sistema confunde esta proteína vegetal con un contaminante y esto hace inconvenientes en las vellosidades intestinales.
  • Puede ocasionar resistencia a la insulina: El gluten asimismo se constituye de lectinas, proteínas que bloquean la aptitud de la insulina para guardar glucosa. Además de esto, las lectinas asimismo bloquean la función de la leptina, hormona encargada de regular la saciedad, eludiendo que el cliente se llene y permitiéndole continuar comiendo.

Gluten: Trastornos neurológicos o neurogluten. Efectos del gluten en el cerebro/sistema inquieto

Ahora se expone una lista de trastornos neurológicos que están medianamente relacionados con el gluten. Los inconvenientes y síntomas neurológicos asimismo tienen dentro trastornos neuromusculares que ocasionan movimientos involuntarios, pérdida de fuerza, atrofia, parálisis o modificaciones sensoriales.

  • Ataxia por gluten (Mitoma et al., 2016), (Hadjivassiliou et al., 2014).
  • Síndrome de piernas inquietas (Zis y Hadjivassiliou, 2019).
  • Neuropatía periférica (Lebwohl et al., 2015).
  • Epilepsia (Lundin y Wijmenga, 2015), (San Mauro et al., 2014), (Jackson et al., 2012).
  • Esclerosis múltiple (Hernández-Lahoz y Rodrigo, 2013), (El-Chammas y Danner, 2011).
  • Demencia (Zis and Hadjivassiliou, 2019), (Rosenbloom et al., 2009), (Bushara, 2005).
  • Alzheimer (Makhlouf et al., 2018).
  • Encefalopatía (Losurdo et al., 2018).
  • Parkinsonismo (Baizabal-Carvallo y Jankovic, 2012).
  • esquizofrenia (Lebwohl et al., 2015), (Catassi et al., 2013), (Kalaydjian et al., 2006).
  • Autismo (Lebwohl et al., 2015), (Volta et al., 2015), (Buie, 2013), (Catassi et al., 2013), .
  • Hiperactividad (Fasano et al., 2015).
  • Trastornos del sueño (Pennisi et al., 2017), (Shapiro et al., 2017).
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (Couture et al., 2016).
  • Síndrome de Tourette (Vinagre-Aragón et al., 2018), (Ludlow y Rogers, 2017), (Rodrigo et al., 2015), (Rodrigo et al., 2018).
  • Alucinaciones (psicosis por gluten) (Catassi, 2015), (Catassi et al., 2015).
  • Trastorno bipolar (Pennisi et al., 2017).
  • parálisis cerebral (Stenberg et al., 2014), (Stenberg et al., 2009), (Stenberg y Schollin, 2007).
  • Corea (Shapiro et al., 2017), (Baizabal-Carvallo y Jankovic, 2012).
  • Disartria (Shapiro et al., 2017).
  • Hipoacusia neurosensorial (Shapiro et al., 2017).
  • Hemiparesia (Shapiro et al., 2017).
  • Discinesia y hemidistonía (Bago Rožanković et al. 2019).
  • Mononeuritis múltiple (Shapiro et al., 2017).
  • Síntomas afines a los de la esclerosis del costado amiotrófica (ELA) (Shapiro et al., 2017).
  • Polimiositis (Shapiro et al., 2017).
  • Dermatomiositis (Shapiro et al., 2017).
  • Miositis por cuerpos de inclusión (Shapiro et al., 2017).
  • Trombosis del seno venoso cerebral (Shapiro et al., 2017).

La relación entre la esclerosis múltiple y la patología celíaca

-Y llegamos a la esclerosis múltiple (EM). Hace algunas semanas, uno de sus pacientes agradeció públicamente al programa en directo de celíacos. Felicitaciones.

– Sí, lo he visto, Diego, un chaval fantástico. La situacion de Diego es el de un luchador que, como muchos otros, vió un régimen considerablemente más eficiente y menos belicoso para esta patología que la frecuente dieta sin gluten. La experiencia que poseemos de nuestra solicitud en Oviedo es que varios pacientes con esclerosis múltiple asimismo tienen patología celíaca que, aparte de esta patología (EM), tienen socios inconvenientes digestibles como mal abdominal recurrente, en ocasiones con diarrea o, por contra, estreñimiento. . , dermatitis, anemia. Entendemos que la EM es una patología autoinmune, pero no entendemos qué patógeno es la causa. Lo que se ve en las resonancias imantadas son focos de inflamación que cubren una vaina de mielina. La experiencia nos comunica que varios pacientes con EM mejoran con una dieta sin gluten, estabilizan la patología y experimentan una optimización progresiva del estado general. Pero exactamente la misma la polineuritis, es un régimen que necesita un pensamiento incesante y incesante, ya que actualmente el régimen a partir de inmunopresores no es cien% efectivo y tiene bastantes resultados consecutivos.

Neurogluten: ¿Se puede sanar el daño del gluten en el cerebro/sistema inquieto?

Por norma general, se podría decir con neurogluten que es vital cuánto tiempo uno come gluten desde el principio de los primeros síntomas.

Una revisión de 2019 concluye que una dieta rigurosa sin gluten es un régimen eficiente. Se ha detectado en ciertas patologías. Aún no se realizaron estudios en otros (Zis y Hadjivassiliou, 2019).

Neurogluten: ¿Se puede sanar el daño del gluten en el cerebro/sistema inquieto?

Generalmente, se podría decir con neurogluten que es vital cuánto tiempo uno come gluten desde el principio de los primeros síntomas.

Una revisión de 2019 concluye que una dieta rigurosa sin gluten es un régimen eficiente. Se ha detectado en ciertas anomalías de la salud. Aún no se realizaron estudios en otros (Zis y Hadjivassiliou, 2019).

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