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¿Que no debes decirle a tu jefe?

  • «Te confundes».
  • «No puedo».
  • «Eso no es una parte de mi trabajo».
  • «No sé».
  • «No».
  • «Lo procuraré».
  • «Eso no me lo afirmaron».
  • «Lo siento, pero…».

Una cuestión de semántica

Como probablemente ahora sepa, en ocasiones lo que importa no es lo que afirma, sino más bien de qué manera lo afirma. . Entonces, empecemos con el título de este producto. Posiblemente haya sentido que no está satisfecho con su trabajo y siente que precisa decírselo a su jefe. ¿Nuestro primer consejo? Escoge tus expresiones de forma cuidadosa. Evite los comentarios negativos como “No estoy contento” y conviértalos en positivos, por servirnos de un ejemplo “Me agradaría realizar mucho más de X” o “Tengo ciertas ideas sobre de qué forma cambiar X” o “Me agradaría ciertos Debatir cambios que pienso que nos van a traer mucho más satisfacción con mi trabajo”. Sostenga la discusión efectiva a fin de que su jefe desee oír lo que debe decir.

Cerciórate de ser tú quien empieza una charla sobre tu felicidad en el trabajo. Si su jefe se le acerca y le pregunta primero por qué razón semeja insatisfecho con su trabajo, posiblemente ahora haya perdido la posibilidad de cambiar las cosas.

QUIERO HACER ALGO DIFERENTE

Esto puede ser comprensible en una guardería en el momento en que le afirmas a un niño que realice una actividad, pero decirlo en una compañía significa algo. hijo de mamá.

El trabajo no en todos los casos hablamos de llevar a cabo todas y cada una de las cosas que amas, con frecuencia debes realizar cosas que no alegran tu día o te hacen sentir mejor. Pero para eso te abonan, y si no disfrutas lo que haces, entonces es buen instante para meditar un tanto en lo que haces con tu vida.

Oraciones que tienes que eludir al charlar con tu jefe

Más allá de que es verdad que no tienes que realizar un voto de silencio, es esencial llevar cuidado con la manera en que se dicen las cosas. Analice los pequeños datos y la substancia y el contenido de sus expresiones en el momento en que interactúe con su gerente. De ahí que, los especialistas en coaching y RRHH aconsejan tomarse un tiempo para meditar antes de quejarse.

  • «Andas equivocado». Es un error grave apuntar el fallo de un jefe. No radica en fingir nada, sino más bien en emprender el tema desde una visión diferente, como por poner un ejemplo “Puedo estar equivocado, pero tengo la sensación de que esto…”. La iniciativa es utilizar un tono caluroso y ofrecer la impresión de que andas intentando encontrar asistencia.
  • «No puedo». Jamás tienes que decir en el trabajo que no puedes llevar a cabo algo. Implicará que no tienes ni intención ni seguridad.
  • «Ese no es mi trabajo». En las compañías, se estima que los usados sean flexibles y capaces de trabajar en grupo. Entonces, cuantas mucho más capacidades poseas, mucho más importante te volverás. Decir que no vas a hacer algo pues «no es tu trabajo» supone que no te vas a salir de tu personaje.
  • «No tengo ni la más mínima idea». Absolutamente nadie espera que sepas las respuestas a todo, pero sí aguardan que poseas la intención de saberlas. Antes de decir que no tienes idea algo, es preferible decir que buscarás la solución.
  • «No». Si bien decir “no” puede asistirnos en muchas áreas de la vida ahora mismo, es un error grave en el trabajo. En cambio, puedes decir: “El día de hoy es bien difícil pues yo asimismo lo tengo. ¿Escoges que me concentre en esta labor?”
  • “Lo procuraré”, si bien en ocasiones creemos que es buena contestación, piensa a tu jefe respondiendo con “lo procuraré” si deseas tener unos días apagado…
  • «Eso no es lo que escuché». Es bastante superior eludir los comentarios. Antes de charlar, asegúrese de lo que va a decir.
  • «¿Y qué hay para mí?». Probablemente otros departamentos le soliciten asistencia. Los amos eligen personas que asistan y sepan trabajar en grupo.
  • «Lo siento, pero…». Más allá de que es verdad que la multitud comete fallos, es preferible decir «voy a tener mucho más precaución la próxima vez» o «procuraré que no me vuelva a pasar eso» que una disculpa seguida de una disculpa…
  • «El día de hoy tengo un mal día, seguido de una situación personal». Todos somos humanos y como semejantes contamos inconvenientes: roturas, inconvenientes con amigos, riñas familiares… Pero en el momento en que trabajas, debes ser con la capacidad de dejarlo de lado y llevar a cabo tu trabajo.
  • «Hice lo destacado que pude». Esta oración es indudablemente un fallo mortal, en tanto que afirma que diste el máximo de tu aptitud (y el trabajo salió mal).
  • «Me marcho de aquí». Amenazar jamás es una gran idea. Considera que tu jefe no se enterará si es cierto o es patraña. Quizás prefiera prescindir de ti.
  • «Creí que…» Todos cometemos fallos, pero hay que admitirlos. En caso contrario, su trayectoria puede finalizar.
  • «En mi trabajo previo lo hacíamos de esta forma.» Evite las comparaciones en todos y cada uno de los lados.
  • «No es mi culpa, es fulano de semejante». Asumir la compromiso y no apuntar a el resto.
  • «El jefe previo lo logró mejor». Todos y cada uno de los jefes suponen que su trabajo es preferible que el previo. Si no es un fallo, no preguntes. Va a ser mejor que te adaptes.
  • «No puedo trabajar con esta persona». Como ahora vimos, los amos desean usados que sean colaborativos y trabajen en grupo.
  • «Hay opciones». El «por qué razón siempre y en todo momento yo y no tal y tal» es una actitud infantil que te va a disparar mucho más veloz de lo que piensas.
  • «Estoy poco entretenido». Recuerda, da igual lo bien que te lleves con tu jefe, él no es tu amigo. Se le paga para ser productivo y entusiasta.
  • «Deseo charlar con RRHH.» Jamás se aconseja pasar sobre su jefe salvo que esté a puntito de realizar algo muy vital.
  • «No tengo solución». Es esencial prestar resoluciones y no inconvenientes.
  • «Estoy ocupado». Posiblemente tu jefe venga a tu mesa con urgencia. Si es de esta manera, pregunta si las preferencias cambiaron, puesto que su trabajo debería centrarse en eso.
  • «Es realmente difícil.» Absolutamente nadie desea gente negativa en el equipo. De ahí que, en el momento en que tu jefe te enseña una labor muy dificultosa, escoge buenos razonamientos para ponerse en tu rincón.
  • «¿Puedo irme antes? Es que no hay bastante trabajo. Es habitual salir temprano ocasionalmente, pero impide decir el eslogan «no hay bastante trabajo». Siempre y en todo momento se puede seguir y los amos procuran la idea.

«No es justo»

Por segunda vez este mes, posiblemente le soliciten que trabaje hasta tarde si su compañero sentado a su lado aún no ha comenzado. Aún de esta forma, no le afirmes a tu jefe lo injusta que es esta situación.

Jamás sabes lo bien difíciles que son el resto compañeros y lo que sacrifican por su trabajo. Además de esto, posiblemente no sepa qué recompensas tiene planeado su jefe por sus sacrificios (quizás mucho más dinero), conque antes de quejarse de que las cosas son injustas, piénselo y también intente continuar adelante.

diez cosas que jamás tienes que mencionarle a tu jefe

1. «Andas equivocado». Criticar abiertamente el fallo de un jefe es la fórmula mucho más simple para realizar justicia a su desagrado. Si verdaderamente piensas que se confundió, hay formas mucho más distinguidos de expresarlo: «Es posible que se confunda, pero tengo la sensación de que…».

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