El censo mostró que la edad promedio de la población de China es de 38,8 años, aun mayor que la edad de los USA de 38 años.
China, el país mucho más poblado de todo el mundo, perdió personas el año pasado por vez primera en seis décadas. Los especialistas adivinan que un punto de cambio histórico va a marcar el comienzo de un largo periodo de disminución del número de ciudadanos y va a tener profundas ramificaciones económicas y sociales, tanto para el enorme asiático para el resto de todo el mundo. El desafío se aúna a una extendida lista de retos que encara su presidente Xi Jinping, quien vió acumularse inconvenientes internos en los últimos meses. Por el momento no se habla solo de reactivar la economía de la segunda capacidad mundial, sino más bien asimismo de atender las pretensiones de una población que, en el mes de noviembre y diciembre, superó sus temores y salió a las calles a protestar y persuadirlos de que debe tener mucho más hijos para asegurar el avance del país y su cohesión social y económica. El futuro de la superpotencia está en juego.
En los últimos días, la prensa oficial china ahora había planteado la oportunidad de una disminución de la población gracias a una caída en la tasa de natalidad en 2022, pero absolutamente nadie aguardaba números tan fuertes. Según la Oficina de Estadísticas de China, la población cayó en 850.000 personas, finalizando el año pasado el país asiático con una población de 1.411,7 millones, en frente de los 1.412,6 de un año antes. Una disminución de ciudadanos no registrada desde 1961, en el momento en que China perdió siete miles de individuos en la Enorme Hambruna causada por la errada campaña de industrialización que Mao había impulsado, llamada el «Enorme Salto Adelante» y que se calcula que mató las vidas de los que estaban en el medio, ha costado entre 15 y 55 millones de chinos entre 1958 y 1961.
2- ¿Cuáles son las auténticas causas del descenso de la fecundidad?
Para la raza humana generalmente, el nacimiento, la vejez, la patología y la desaparición forman una parte del período propósito de la vida. Para “suavizar” los avatares de la calidad de vida en todo el ciclo vital, el hombre inventó la familia como una organización de peligro compartido. El sistema familiar es fundamentalmente un contrato: la generación mayor cría a los hijos y los hijos se encargan de las pretensiones de la generación mayor hacia el desenlace de sus vidas. Cuantos mucho más hijos tenga una familia, mejor va a ser la protección contra la desaparición prematura en tiempos de alta mortalidad y mucho más equitativamente se va a repartir la carga de la vejez entre cada hijo.
Conque tener hijos tuvo un fundamento egoísta desde el comienzo y no fue únicamente una «expresión de amor». Ciertos aseguran que la fertilidad está reduciendo por el hecho de que el valor de criar a los hijos es bastante prominente en la actualidad. Si eso fuera cierto, no enseña por qué razón la tasa de natalidad cae conforme los países se enriquecen. Evidentemente, los países con mejores condiciones sociales que dismuyen el carácter «utilitario» del amor deberían tener mucho más hijos, pero lo cierto es que tienen familias mucho más pequeñas y tasas de natalidad mucho más bajas. Esto exhibe que tener hijos jamás es una fácil expresión de amor, sino recomienda que están en juego fundamentos utilitarios fuertes, si bien latentes.
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