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¿Qué significa entregar un bebé a Dios?

La distribución de un niño o consagración de un bebé es un acto de consagración de los pequeños a Dios que se ejerce en las iglesias cristianas no católicas. Este acto sucedió en el momento en que nació Jesús. (Los pequeños no son bautizados, pero tienen la posibilidad de escoger en la edad avanzada exactamente en qué iglesia ser bautizados) y seleccionar la religión.

La Biblia nos enseña de qué forma la vida humana se distingue de otras maneras de vida por el hecho de que los humanos fueron conformados a imagen y semejanza de Dios desde el instante de su creación (Génesis 1:27). El hecho de ser persona no es dependiente de la edad, nivel de avance, aptitud intelectual o estatus popular. Por el hecho de que Dios hombre ahora está en el vientre, le afirma a Job y asimismo a Isaías.

Job diez:8-12 (NTV): “Me formaste con tus manos; tú me hiciste, pero en este momento me andas demoliendo completamente. Acuérdate que me hiciste de polvo; ¿Me vas a dejar regresar al polvo tan rápido? Tú guiaste mi concepción y me formaste en el vientre. Me has vestido de piel y carne, y entretejido mis huesos en mis ligamentos. Me diste la vida y me mostraste tu amor insaciable, y con tu precaución conservaste mi vida.

LOS NIÑOS DEBEN APRENDER SOBRE DIOS EN CASA

La vivienda es el sitio mucho más natural para estudiar sobre Dios y sus caminos. En el momento en que se le pregunte si tiene un hogar católico, puede contestar: “Tengo una Biblia en mi casa; Hay placas con versículos de la Biblia en las paredes”. Pero estas cosas no definen un hogar católico.

La instrucción debe empezar en el corazón del Padre. La Biblia afirma en el capítulo seis de Deuteronomio, versículos 4 al seis:

Presentación de los bebés en la iglesia

El deseo de festejar el nacimiento de una exclusiva criatura y consagrarla a Dios creció de forma diferente. expresiones en la red social cristiana. Muchas tradiciones, incluyendo las anglicanas, practican el bautismo infantil, en el que los pequeños pequeños son bautizados a pedido de sus progenitores y los progenitores y sus padrinos se comprometen a criarlos en la fe cristiana. Otras tradiciones necesitan la edad avanzada para el bautismo y en su rincón festejan una presentación de bebés en el templo, siguiendo el modelo de Lucas 2. Muchas de estas celebraciones tienen elementos en común con el bautismo (salvo el bautismo mismo, evidentemente). : Bendición de las criaturas, participación de los progenitores en la educación de la fe y, en ocasiones, aun convenios de naturaleza afín al deber bautismal.

Con el desarrollo de las designaciones evangélicas en América Latina y la consiguiente porosidad, muchas designaciones precisan ofrecer una contestación pastoral a quienes, siendo admitidos en la Iglesia Episcopal, quieren honrar esta tradición. En otras ocasiones, la práctica se ha popularizado tanto que los fieles preguntan si formaban parte o no de una red social evangélica.

La dedicatoria o representación de Samuel

Nuestra iglesia ejerce la dedicatoria o representación para bebés o pequeños. Entendemos que no está en la Biblia, pero los progenitores desean proseguir la práctica de enseñar o dedicar su bebé al Señor.

Ana dedicó a Samuel al Señor una vez que fue destetado de la niñez.

¿Importan los pequeños para Jesús?

Nuestros estimados hijos son un obsequio de Dios En el libro de Mateo leemos que Jesús y sus acólitos, tras bajar del monte de la Transfiguración, se detuvieron en Galilea y después se dirigieron a Cafarnaúm. Los acólitos le preguntaron a Jesús: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?

  • «Y Jesús llamó a un niño y lo puso en la mitad de ellos,
  • «y ha dicho: De determinado les digo, que si no les volvéis y les hacéis como pequeños, no va a entrar en el reino de los cielos.
  • «Conque, cualquier persona que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.
  • “Y el que recibe en mi nombre a un niño de esta manera, me recibe.
  • ‘Y cualquier persona que realice caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mucho más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino de molino y lo ahogaran en el fondo del mar’ (Mateo 18 : 1-6).

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