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¿Cómo se comportan los niños con autismo?

La gente con TEA acostumbran a tener inconvenientes de comunicación y también interacción popular, tal como hábitos o intereses restrictivos o repetitivos. La gente con ASD asimismo tienen la posibilidad de tener distintas maneras de estudiar, desplazarse o prestar atención.

El Municipio de Arróniz y distintos entes municipales quisieron sumarse al emprendimiento “Comprende tu localidad con pictogramas” poniendo treinta pictogramas para llevar a cabo de la región un espacio menos hostil y mucho más alcanzable para la gente con autismo y llevar a cabo del lenguaje universal el carácter que tienen los pictogramas.

Los objetivos de la campaña tienen dentro contribuir a la gente con autismo a entender los distintos conceptos dados, educar y mentalizar a la sociedad, mentalizar sobre el autismo y la manera en que establen contacto.

Los signos que revelan el autismo antes del primer año de vida

Desde los 6 meses de vida es viable admitir los primeros signos que indican la existencia de un trastorno del fantasma autista (TORCH). A esta edad, el niño tiende a ser menos riguroso y activo que sus compañeros y, en la mayoría de los casos, no hace contacto visual. También, frecuenta negar el contacto con los mayores, con lo que es un bebé realmente difícil de consolar y aliviar, especialmente cuando está irritado.

Los pequeños inferiores de un año con frecuencia no tienen anticipación; esto es, no se adelanta a los hechos que le cubren, es tal y como si nada le interesase. Además de esto, raras veces lleva a cabo ansiedad por separación, una contestación de temor instintivo que la mayor parte de los pequeños experimentan en el momento en que se dan cuenta de que sus progenitores los van a dejar en paz.

agresión

La agresión en pequeños con autismo es común, en especial en el momento en que carecen de comunicación verbal. Brotan en un intento de resguardar su seguridad, felicidad o confort. Esto puede transformarse en un inconveniente grave en el momento en que el accionar es repetitivo y descontrolado. Es un peligro o riesgo potencial tanto para el niño con autismo como para todos los que lo cubren.

En el momento en que se charla de hostilidad verbal, charlamos de enfados, chillidos, lloros, que tienen la posibilidad de tener múltiples causas: ganas de llamar la atención, cambios de rutina que no admiten, no conseguir algo que desean, por medio de la imitación, como reacción a la frustración, a consecuencia de la presión de conjunto, sentimiento de abandono hasta el mal, reacción al estruendos, contacto físico, malestar fisiológico…

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